EL MOLINO DEL DIABLO
EL MOLINO DE «ROI ROI»
(leyenda)
Viniendo de Covadonga
hacia la mano derecha
está el molino del diablo
según dice una leyenda.
Agua no lleva el molino
porque no muele cebera,[1]
que está bendito de Dios
el pan que al hombre sustenta.
El nombre de Roi-Roi
también el molino lleva,
y muele... huesos de moros,
según dice la leyenda.
Allí está el traidor Don Opas,
dando vueltas a una piedra
enorme, como el delito
que el infame cometiera,
y como el lobo rabioso,
roe sin cesar su presa,
y en los siglos de los siglos
-pág. 14- no tendrá fin su tarea.
Sus propios huesos tritura
el infiel, bajo la muela
saltan en piezas menudas,
y de Dios la omnipotencia
hace que vayan cayendo,
otra vez bajo la piedra;
y en tanto que el mundo dure
no tendrá fin su tarea.
Un demonio le acompaña,
y con bramidos de fiera
le fustiga sin cesar,
con hierro candente y brea.
Bien lo merece el infiel
que al pie mismo del Auseva
provocó de Dios las iras,
y vendió la España entera.
El molino no se ve,
no quiso Dios que se viera
porque no sea el espanto
de niños y gente buena;
pero se oye el roy-roy –pág-15-
incesante de la piedra,
y al llegar, se aprieta el paso,
diciendo ¡Virgen de Auseva!
FUENTE
Cortés Llanos de Pendao, Antonina. “El molino del diablo” Romancero de Covadonga [Ast T.A. Can C 146] págs.13-15
NOTAS
[1] Cebera: cibera, porción de grano que se echa en la tolva (DRAE)