El arco de Fernán González
Cerca del solar del Cid, está el arco de Fernán González, levantado, según dicen, en el mismo sitio en que nació este héroe famoso. Consiste en dos columnas de orden dórico a cada lado, que sostienen un cornisamento[1], sobre el cual se eleva en el centro un segundo cuerpo que concluye en un frontoncito y tres pequeños obeliscos. Contiene una inscripción latina y varios relieves, con las armas de Burgos.
La vista de este arco me recordó una anécdota que había oído referir algunos años antes, cuando lo visité por primera vez.
Es el caso, que cada día se notaba en él mayor estrago a causa del desnivel que habían sufrido las paredes, y su ruina parecía inevitable, hasta el punto que el año de 1832 se decidió el Ayuntamiento a echarlo abajo numerando las piedras para reconstruirlo en la misma forma que de antiguo tenía. Ya se iba a proceder a la operación y ya se habían presupuestado sendos miles de reales por los arquitectos, cuando un simple maestro de obras conocido con el nombre de Venturilla, se presentó y dijo que se obligaba a enderezarlo sin echarlo abajo, siempre que le diesen la madera necesaria para los andamios y cuarenta duros por su trabajo.
Después de muchas consultas y creyéndolo burla la mayor parte, como la proposición no era costosa, fue admitida, y el bueno del hombre, consiguió, merced a un torno, poleas y maromas que tiraban de la parte contraria a la que se doblaba el arco, ponerle completamente al nivel, acuñando en seguida los sillares en la forma en que hoy se encuentran.
El Ayuntamiento le recompensó con mayor cantidad de la que había pedido, y desde entonces nadie le volvió a llamar en Burgos sino don Ventura.
FUENTE
Mellado, Francisco de Paula. Recuerdos de un viaje por España, Madrid, Establecimiento de Mellado, Vol. I. 1849, pág. 42
NOTAS
[1] Cornisamento: Conjunto de molduras que corona un edificio o un orden de arquitectura y que ordinariamente se compone de arquitrabe, friso y cornisa.(Diccionario de la lengua española, RAE).